La importancia del color en el diseño de escaparates
El color es un elemento clave del código de comunicación visual. Desempeña un papel muy importante en el diseño de escaparates, ya que puede influir en las emociones del público y puede comunicar mensajes y sensaciones.
Sabemos que un buen escaparate es fundamental para atraer la atención de clientes potenciales y para comunicar la personalidad de la marca y de sus productos.
Al diseñar un escaparate, el color puede resaltar o hacer mas discreto un elemento, ayuda a crear pesos y equilibrios en la composición, iluminar u oscurecer, en definitiva, otorga vida a la obra.
Además hay que recordar que el color no es sólo la parte que hace que se ilumine el escaparate, sino que es el enlace entre la necesidad del cliente en ese momento, lo que quiere comunicar los diseñadores de confección y marketing, haciendo de reactivo definitivo para aumentar el transito de público en el interior de la tienda.
Las principales combinaciones se pueden dividir en dos grandes grupos: armonía o contraste. Mientras podemos dividir los colores en cálidos y fríos. Los primeros son los rojos, naranjas y amarillos mientras entre los colores fríos encontramos los azules y verdes.
En las composiciones de escaparates lo ideal es no escoger más de tres colores, aunque sin límite en los matices. Los matices es la mezcla de colores que ayudan a generar complementos y armonías en la paleta.
A la hora de escoger el color hay que tener en cuenta el concepto, la temática del escaparate, los productos, el estilo, la clientela y la temporada en la que nos encontramos.
Vamos a analizar en él detalle los significados y las sensaciones que representa cada color:
Azul: se asocia a la calma y a la serenidad. Los tonos más claros crean ambientes abiertos. Los oscuros son tranquilizadores, representan fortaleza y salud. Se asocian a lo espiritual, a la sabiduría, el descanso, el mar, el cielo, el espacio y la frescura. Viene utilizado a menudo en empresas y bancos ya que suscita una predisposición favorable.
Rojo: despierta interés y estimula los sentidos. Se asocia al calor, al fuego, a la pasión y amor.
Naranja: es un color fuerte, radiante, de carácter cálido y con vibraciones muy positivas. Puede ser estimulante o cálido, ideal para llamar la atención hacia los detalles.
Amarillo: es el color más luminoso y mas cálido que el ojo percibe más rápidamente, puede animar y alegrar. El amarillo fuerte acentúa, atrae la atención e ilumina. En grandes cantidades produce una sobrestimulación, la sensación que percibimos es de actividad y dinamismo. Es considerado el color del sol, de la luz y del oro.
Verde: es un color que se asocia a la primavera, al frescor, a la naturaleza y a la esperanza. Puede ser sedante y relajador. Los verdes más pálidos dan sensación de amplitud mientras que los oscuros van asociados a la riqueza y a la abundancia.
Violeta: un color con aires místicos y noble en sus tonos más profundos. Se asocia a la feminidad, a la tristeza o la melancolía. Los más pálidos son floridos y refrescantes, se puede usar como acento de color logrando efectos interesantes. Cuando tiende al púrpura se vuelve más carismático.
Blanco: elegante ligero y refrescante, dependiendo de la combinación. Es sobriedad, limpieza y claridad, expresa paz y pureza. Al combinarlo con un color ejerce un poder de potenciación. Además transmite sensaciones de distinción y refinamiento. Se utiliza habitualmente para productos de lujo.
Negro: noble, eterno y elegante. Depende en gran medida de otros colores que se usen junto a él. Se utiliza mucho también como fondo cuando se quiere hacer resaltar mucho mas los colores de la propia decoración.
Rosa: un color suave, romántico, fantasioso, delicado y tierno. Sugiere intimidad y tiene connotaciones femeninas actualmente.